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martes, 10 de febrero de 2015

Entr # 56 Consecuencias del suicidio// 2da parte- (2/3)

Tema del mes: no al suicidio. ESPIRITA: SUPREMA REDENCIÓN
Viene de la 1ra parte…continuación….
EL SUICIDA
El suicida es un Espíritu cobarde e ignorante que huye a los compromisos adquiridos en la Espiritualidad, como medio de rescate de su propio pasado; destruyendo un cuerpo que no le pertenece, ya que es una obra de Dios, un instrumento puesto al servicio del hombre para su propio progreso y, huyendo a los compromisos de rescate, lo único que consigue es, agravar sus deudas para con las leyes sabias e inmutables de Dios; teniendo que volver a reencarnar de forma más precaria que la vez anterior, con el fin de saldar las deudas que su propia conciencia le reclama, a fin de hallar la paz que todos anhelamos y necesitamos.




Distintos modelos de suicidas: conscientes o inconscientes. 
Alimentación, tabaco, alcohol, drogas, desequilibrio emocional por la insatisfacción y profundo desorden.


1ª SORPRESA DEL SUICIDA


¿Cuál es la primera sorpresa del suicida al realizar el acto criminal y cobarde del suicidio? 
Evidentemente, sentir el terror de seguir sintiéndose vivo, no obstante el dolor inmenso que está padeciendo. 

Sigue pensando; llegando al límite de las resistencias, fustigado por los mismos problemas que lo llevaron al suicidio y por el dolor tremendo de las heridas que se ocasionó, siendo el ahorcado, por ejemplo, que padecerá la asfixia constante por falta de oxígeno. 
Si es que se arrojó a las aguas intencionadamente, sentirá por mucho tiempo, como las aguas penetran e inundan sus pulmones, al mismo tiempo que bracea y patalea en acción refleja, sin conseguir asirse a ninguna parte. Si recurrió al veneno, sentirá el veneno quemar sus entrañas, de una forma tal, que pedirá a Dios, lo fulmine con el fin de dejar de sufrir. 
Si acabó su vida con un tiro en la cabeza, será la bala que va penetrando las capas de su cerebro de forma constante, percibiendo como va destrozando cada fibra íntima, repercutiendo los dolores agudos al mismo tiempo que la herida no deja de sangrar. 
El que se quemó, será el fuego el que se encargue de torturarlo de forma indeterminada, sin que jamás, se extingan sus llamas. Al que se arrojó a algún vehículo en marcha, será la visión de sus carnes despedazadas, las que constantemente le martiricen el cerebro, percibiendo el triturar de sus huesos y el desgarramiento de su cuerpo.

Sea cual sea la forma de suicidio, lo único que encuentra el suicida, es horror y desespero. La vida no se extingue jamás; la criatura siente esa sorpresa que no esperaba y pasa a vivir las más altas cotas de sufrimiento que a él le parece que no tiene fin, lo que le aumentará su desesperación.

¿POR QUÉ TANTO DOLOR EN EL SUICIDA?

En primer lugar, el suicida es un tránsfuga de la Ley de Dios,
Atentando contra el V Mandamiento: NO MATARÁS, huyendo a sus responsabilidades, que en la mayoría de las veces, fue él mismo que las eligió, las pruebas y expiaciones, que lo condujeron al suicidio, con el fin de rescatar el pasado culpable, es por lo que pasa a sufrir un dolor moral de grado superlativo: es su propia conciencia que le reclama de forma que no puede evadirse del acto criminal, pasando a la condición de reo, habitando los lugares más infelices del mundo espiritual. 

También encontramos paralelamente al dolor moral, el dolor físico, pues no debemos olvidar, que al mismo tiempo que lesionó su cuerpo físico, al punto de causarle la muerte, hizo lo mismo con su cuerpo periespiritual que, aunque inmortal, sí está lesionado en la misma cuantía que el físico, siendo que la mente recibe de el Periespíritu, la respuesta de dolor, como consecuencia del acto brutal del suicidio. 
Dolor éste que parece multiplicarse, al no tener el organismo carnal que lo amortigüe; no olvidemos que, cuando encarnamos para una nueva vida, llevamos como tesoro un organismo repleto de fluido vital; energía ésta en cantidad suficiente al número de años que por nuestra programación, deberemos vivir en la superficie del planeta como encarnados. Al cortar violentamente, a través del brutal acto del suicidio, nuestra vida encarnada, rompiendo éste lazo de unión con el Periespíritu, éste queda repleto de esta energía vital animalizada; siendo ésta misma energía, que refleja la sensación de la materia, en este caso, violentamente destruida, y pasa a vivir su mente el dolor material, la sensación de deterioro. 
A veces vive todo el período de putrefacción de su cuerpo, notando como los gusanos corroen sus entrañas; no pudiendo separarse del cuerpo hasta su completa desintegración…. Continúa…
el suicidio se puede prevenir(imagen) 
Continuación 3ra parte, final, próxima entrega,
 Tema: ¿DÓNDE ESTÁ LA MISERICORDIA DE DIOS?
Artículo de: Esteban Zaragoza García 
TEXTO TOMADO DE LA PAGINA DE LA FEDERACIÓN ESPIRITA ESPAÑOLA.
Descargas gratis el texto completo español: biblioteca: http://www.luzespiritual.org/
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Cada conciencia es una creación de Dios, y cada existencia es un eslabón sagrado en la corriente de la vida en que Dios palpita y se manifiesta.

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