Toda la doctrina de Cristo se basa en el carácter que atribuye a la
Divinidad. Con un Dios imparcial, soberanamente justo, bueno y misericordioso,
pudo hacer del amor de Dios y de la
caridad hacia el prójimo la condición expresa de la salvación, y decir:
["Quered a Dios por encima todas las cosas, y a
vuestro prójimo como a vosotros mismos; he aquí toda la ley, no hay otra”.] (Dice la imagen)…